Una terapia finde

Por fin dormí muy bien 3 noches seguidas sin despertarme a medianoche con el sudor.

75km desde Barna, existe un paraíso con frescor, naturaleza, buen vino, alegría, llantos de niños, y sobre todo, la entrañable teoría filosófica.

Mi amiga y yo les prometimos a los peques (3 y 7 añitos) que nos íbamos a la playa el domingo por la tarde. El planning para irnos a la playa era: llevar unas patatas fritas caseras, una barquita de plástico, 4 palas de badmintón, un fuet y un poco de chocolate para merendar. Les prometíamos también que les compraríamos unos helados en la playa de Sitges...

A la hora de verdad, a las 16:00, hemos salido de su casa de campo con 2 coches: con patatas fritas en 2 bolsos de papel hechos a mano que preparó el niño mayor. He salido yo primero de los senderos de tierra, ya que soy lenta para conducir este tipo de camino. Les he esperado en un camino de asfalto, pero recibo la llamada de mi amiga...

¡Oye, tengo una rueda pinchada! ¡Seguro que ha sido por los jabalíes!

Vuelvo hacía su casa por los senderos de tierra (con agujeros y piedras...) y les he encontrado en la mitad del camino, de tierra.

En un mundo mágico de campo, no funciona ni RACC ni seguros: ¡A cambiar la rueda pinchada!!!

Hemos tardado a colocar el coche en un lugar llano. ¿Primero aflojamos las tuercas o subir el coche con el gato...? etc., etc..., en medio de esta historia, nosotras 2, 40 añeras, allí en el campo, hartas de este tipo de pruebas...

A pesar de todo, la historia ha sido muy divertida. Por supuesto, que el más peque de 3 años tenía las manos sucias de grasas de coche y nadie explicaba lo que estaba sucediendo entre viñas...

Total, a las 17:15, hemos conseguido a volver a su casa de campo de nuevo y ¡a merendar!!! Sin playa, por supuesto. El grande ha dicho: mamá, en realidad, no me apetecía mucho ir a la playa.

Nosotras 2 guiñando los ojos...: ¡genial! Nos encanta tu filosofía, Campeón. No hemos podido salir de casa..., pues ha sido por alguna razón.

Por supuesto, le hemos explicado sobre "la Ley de Murphy". ... A un niño de 7 añitos... ¡Allá va!

El único entretenimiento en este fin de semana ha sido a ver una película de Hermanos Marx: A Night in Casablanca, por supuesto con el niño grande de 7 años con patatas fritas hechas por su mami.

Quiero que mis vacas locas sigan así con los niños pequeños. ... Mi plan D de las vacas se convertirá en el Plan E en algún camping con estos peques... Ya lo veré...