miércoles, diciembre 05, 2007

Globalización (un poco de por favor...)

Corren rumores que se me está agotando el ZEN.

No exactamente.

Es la cuestión del equilibrio.

Dedicándome a la "realización de publicaciones", a veces encuentro unas situaciones ridículas: los que escriben piensan que los que realizan las publicaciones son inútiles que pensamos que 40 párrafos sean unos 40 bloques de mancha negra.

Os doy todo el respeto del mundo. 40 párrafos son 40 párrafos. Pero, 40 parrafadas en el título de una sola página... lo consideramos como una salvajada... desde el punto de vista comercial/artístico/estético.

Dedicándome a la publicación, encuentro situaciones reales como: hay que enviar todas las páginas a la imprenta sin que le falte ni una imagen cuya condición tiene que ser de no sé que ppd, que sea de alta calidad, que la CMYK de no sé qué, etc.,, etc...

40 párrafos son 40 párrafos. Vale. Tiene toda la razón del mundo. ¿Quieres que ponga la foto grande? Vale. ¿Quieres que quepa toda la parrafada de entradilla? Vale. ¿Quieres que elimine una línea de pie de foto? Vale. Siempre digo "sí".

La cosa no termina aquí. Estas páginas tienen que llegar en la imprenta. Hay que darles un orden para que no se equivoquen de par e impar. Ellos hay que imprimir, cortar y encuadernar. A veces manipular. Después, cuando esté encuadernado, hay que llevarlo al punto de distribución.

Si una revista no llega a la distribución en su fecha, la empresa de la distribución tiene problema porque esa revista tiene que estar en una fecha determinada en los quioscos o las librerías... Ellos también tienen que cumplir sus promesas con otra gente... En caso de Japón, esa revista que no llegue a la distribución, se quedará fuera del mundo editorial. Es lo que viví en su día. Bueno, en caso de España, no lo sé...

¿Alguna vez alguien ha pensado en los demás? Creo que sí. Piensa en su familia, piensa en su pareja, piensa en sus hijos, piensa en los compañeros...

¡Joder! Si todo el mundo pensara en LOS DEMÁS como Dios, Mahoma, Budda, etc. mandan, no estaría aquí explicando la ley "primaria" de la vida: respetar a los demás.

Me pongo un casco. Escucho mis Bach o Beethoven por Internet, o lo que haga falta por no escuchar las chorradas.

¡¡¡Damas y caballeros!!! Me parece bien que se quejen, pero os pido "la manera" en que se quejen. ¡Se quejen con la persona adecuada! ¡No con los que tienen cargos inferiores! ¡No descarguen sus iras con otros compañeros que no tienen nada que ver con vosotros!!!

¡Qué tengan los cojones!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que yo digo,
definitivamente,
estás perdiendo el zen!