Para deshacerme de aquellas cosas que tenía desde hace mucho tiempo pero tengo mucho cariño, se necesita un poco de respiro o pensamiento.
¿Primero tiro lo que tengo y luego compro algo nuevo para sustituir?
¿Primero compro lo que quiero tener y luego tiro lo que me sobra?
Mi infancia ha sido "de tirar". Cada 3-4 años, mi madre nos dio a mi hermano y a mí una caja: "niños, guardáis todo lo que queréis guardar en vuestra caja, pero sólo tenéis una caja para cada uno". Vaya... ¡otra vez mudanzaaaaaa!
Ha sido nuestra trauma y tanto mi hermano como yo no sabemos tirar cosas... Por tanto..., tenemos un montón de trastos en donde se quepa...
Hoy es viernes, el día de tirar los trastos en mi barrio. ¡Qué guay! ¡Encima está lloviendo!
Abandonaré dentro de nada... un equipo de esquí Rossignol Slalom (190cm) con la fijación Tyrolia de hace 15 años. Una mesa enorme plegable que adopté de mi vecina, está hecha a medida (para la familia numerosa... estilo los años 60-70) para mi piso.
Esquiar ya lo considero como un deporte de riesgo para mí y hace más de 7 años que no voy.
Hace más de 1 año que tengo una mesita plegable de Ikea y esta mesa enorme unifamiliar ya no me sirve para nada.
Así que ¡fuera!!!
Respecto a los seres vivos... les doy tanto respeto que nunca he aplicado esta teoría que he explicado arriba ni dudado "primero tal y segundo cual" a la hora de abandonar...
No sé por qué tengo que explicar estas cosas al público, pero bueno... por si las moscas...
1 comentario:
He tardado unos 20 minutos para bajar todos los trastos... El equipo de esquí y mi sartén ya no han estado donde los he abandonado... ¡buen viaje!
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